¿Será Château Miraval el nuevo ícono del mundo vinícola?
🍷🏰 El Futuro Retrofuturista de Château Miraval: El Clásico Revisitado 🏰🍷
Retrocedamos en el tiempo para descubrir el futuro. En algún recóndito rincón del sur de Francia, yacía oculta la joya que es el viñedo de Château Miraval. Localizado en los márgenes de la bucólica ciudad de Correns, este viñedo trasciende la idílica imaginería que un lugar así evoca. La bodega, erigida en 1841, es un pedazo de paraíso con 35 habitaciones, olivares, un viñedo fructífero, jardines estilizados y hasta una capilla.
A primera vista, podría pasar por un oasis de serenidad. Sin embargo, su apacible apariencia se vio desafiada por un descontento que se originó en el corazón del glamuroso mundo de Hollywood. Dos de las personalidades más reverenciadas, Brad Pitt y Angelina Jolie, se hallaron en medio de una contienda legal por esta propiedad tras su divorcio. Pero ¿cuál era el objeto de discordia? Un negocio próspero de vinos rosados.
En 2011, los actores adquirieron Château Miraval, heredando con ella un negocio vitivinícola entonces administrado por Tom Bove, su dueño anterior. En aquel entonces, la bodega producía “una pequeña selección de añadas”, de acuerdo con una crónica de Mark Seal en Vanity Fair. Pero ¿qué ocurrió después?
“El vino es la única obra de arte que se puede beber” – Luis Fernando Olaverri
Atraídos por la pasión del enólogo Marc Perrin, impulsor de la célebre Whispering Angel, Pitt y Jolie decidieron sumergirse de lleno en el complejo mundo de la vinicultura en 2013. Juntos, comenzaron a producir un rosado característico, creado a partir de uvas Cinsault, Grenache, Rolle y Syrah. ¿El resultado? Un vino cuyas notas cítricas y acidez resaltaban, añadiendo una profunda mineralidad. Y no pasó mucho tiempo antes de que este elixir rosado se agotara: las primeras 6,000 botellas se vendieron en tan solo cinco horas.
¿Sería el encanto de las celebridades el que catapultó al vino a la fama? ¿O tal vez el gusto exquisito del rosado? Independientemente del motivo, el hecho es que la distribución de Château Miraval aumentó de 150,000 a 10 millones de botellas en pocos años. En los años posteriores, la marca añadió otras añadas a su catálogo como Coteaux Varois en Provence Blanc, Studio by Miraval Blanc, Studio by Miraval Rosé, Muse de Miraval Rosé y Studio Fleur de Miraval Champagne. Y en 2023, Le Figaro le otorgó el título del “Vino rosado de Provenza más deseable del mundo”.
La Encrucijada Retrofuturista de Château Miraval
La realidad es que, a pesar del tumultuoso contexto legal que rodea a la propiedad y la marca, el futuro de Château Miraval parece prometedor. Tal vez su esencia retro se fusionará con tendencias futuristas, creando un aura única de modernidad anclada en las tradiciones del pasado. Y en ese ir y venir de lo viejo y lo nuevo, encontramos la belleza en el auténtico sabor de Château Miraval.
“Al igual que los buenos vinos, nosotros mejoramos con los años” – Plinio el Viejo.
Entonces, ¿por qué no preparar tu futuro con los vinos de Château Miraval? Hazte con tus botellas y empieza a saborear tus momentos de verano.
