Tras una maceración de dos-tres semanas, con múltiples remontados diarios, el vino pasa a barrica nueva del mejor roble francés, donde se efectúa en un primer instante la fermentación maloláctica y la crianza en barrica a lo largo de dieciséis meses. El punto y final lo aporta un esencial reposo de 1 año en botella. Durante todo el proceso de preparación y crianza de Protos’27 dos mil catorce, se ha trabajado con mimo cada detalle para crear un vino impecable. La tarea de los enólogos ha sido esencial para interpretar la magia de la naturaleza y convertirla en un vino con carácter y personalidad propia.
Para finiquitar, y siempre y en todo momento con la premisa de rendir homenaje a sus principios, Protos’27 ha sido etiquetado con una imagen muy semejante a la primera etiqueta que empleó la bodega en su añada de mil novecientos veintisiete.
Un homenaje basado en la esencia de sus comienzos elaborado con los métodos más vanguardistas que han dado como resultado un vino único y exclusivo como es Protos’27 dos mil catorce, historia viva de la Ribera del Duero.