¿Sabes dónde comprar bolsas de envasar al vacío? El futuro de las bolsas de vacío para el sector industrial.
Si prestamos atención a cuáles pueden ser los beneficios evidentes del envasado al vacío en el sector alimentario entendemos que estos son la protección, frescura, conservación… pero queremos saber más, sobre todo de tendencias y futuro acerca de las bolsas de vacío y del sector alimentario e industrial relacionado. Y es que, con las nuevas técnicas de las bolsas de vacío personalizadas no se alteran ni las propiedades químicas ni las cualidades organolépticas.
Las bolsas al vacío es uno de los sistemas más habituales en el envasado de alimentos. Al eliminar el aire del interior de un recipiente y reducir el oxígeno -primer factor de oxidación y putrefacción de los alimentos- se alarga la vida útil de los alimentos que contienen y, en consecuencia, aumenta su vida útil.
Por lo tanto, el envasado al vacío elimina la mayoría de las bacterias dañinas en los alimentos, aunque esto no es una garantía del 100 %.
El envasado al vacío tiene muchas ventajas, sobre todo en cuanto a higiene y calidad, pero una de las más importantes es que conserva los olores y sabores de los alimentos, ya que no hay oxidación ni deshidratación.
Se prepara el producto y el envase colocando el alimento en una bolsa especial para ello. Se procede a la extracción de aire. La bolsa se coloca en la cámara de vacío de la envasadora, asegurando que la abertura quede correctamente posicionada para el sellado, siendo este la fase final en la que se termosella y enfría la bolsa, que suele tardar unos segundos en enfriarse el precinto y cerrar completamente.
Este material debe tener una muy baja permeabilidad a los gases, en particular al vapor de agua, porque la introducción de gas es necesaria para la conservación de ciertos alimentos, lo que se denomina atmósfera modificada.
La técnica del envasado al vacío comenzó utilizando bolsas, pero la tecnología actual permite utilizar productos mucho más avanzados, como láminas, estuches o películas.
La envasadora al vacío nació como un instrumento para los grandes restaurantes. Con el tiempo, se ha convertido en imprescindible en carnicerías, charcuterías y empresas de embutido, principalmente.
En busca de los orígenes de este utensilio de cocina, todas las referencias apuntan, en primer lugar, a Nicolas-François Appert. Este maestro pastelero y cocinero fue el inventor de los envases herméticos y el primer fabricante de conservas comerciales del mundo.
A mediados de la década de 1970, un chef llamado George Pralus que buscaba alargar la vida de sus patés, junto a un joven estudiante de dietética, observaron que su receta de hígado de pato, envasado al vacío, no solo alargaba su tiempo de caducidad, sino que también conservaba el producto con mejor sabor, olor y textura.
A partir de ahí, comenzó a aparecer en el mercado una amplia gama de máquinas muy útiles para el sector de la restauración, que pronto vio la posibilidad de conservar platos ya cocinados que podían servirse con un simple baño maría o un toque de horno.
Por supuesto, no todos. Para ello, es necesario evaluar, en particular en los modelos más potentes, la posibilidad de variar la velocidad de extracción. O utilizar nuevos sistemas como el denominado Fresh Container, que se basa en recipientes de plástico de los que se puede extraer el aire para envasar alimentos húmedos como sopas, caldos, salsas, etc.
En los supermercados del futuro
Tirar de un carrito por los pasillos de los supermercados del futuro puede ser una experiencia muy diferente para los posibles compradores. Las innovaciones se derivan de los avances en seguridad alimentaria, sostenibilidad y vida útil.
¿Cuales son estas tendencias futuras en el envasado de proteínas frescas en el «supermercado del futuro»?
En el horizonte se destacan la seguridad alimentaria, la vida útil y la construcción de marca; y en ello está Horizonte 2050, que ofrece ideas sobre formas futuras de garantizar la frescura de los alimentos. Future Food Zone también muestra alguna respuesta pionera para la seguridad alimentaria y la prolongación de la vida útil de los alimentos más perecederos: el pescado fresco.
Junto con Rivamar, empresa italiana de larga tradición y dilatada experiencia en pescado congelado y HPP Italia, Sealed Air ha creado Darfresh HPP, un film que funciona como una segunda piel, ideal para tratamientos de pasteurización a alta presión, garantizando la seguridad y frescura de los el pescado con una vida útil de aproximadamente 20 días.
Qué características importan al elegir la mejor máquina selladora al vacío
Al elegir la mejor selladora al vacío, no se trata solo del precio, sino de la funcionalidad. Es muy importante conocer su consumo, su potencia e incluso sus accesorios y posibilidades.
Por ello se establece en el sector una estrategia basada en gran medida en planes que apuestan firmemente por la salud como uno de los ejes estratégicos de futuro, a través de una producción y un consumo más inteligentes. Entre las iniciativas más importantes destaca el embalaje de futuro, porque las empresas son conscientes de que el consumo de materiales tiene un impacto sobre los recursos naturales y sobre la contaminación asociada a su producción y transporte. Pero también se es consciente de que los envases y embalajes son necesarios.
Se apoya cada vez más la economía circular, sin caer en demagogias ni discursos propagandísticos políticos cerrando el ciclo del reciclaje y fomentando la reutilización de envases y productos, favoreciendo el uso de materias primas recicladas. Reducir el consumo de materiales de embalaje al mínimo necesario sirve para que se cumpla la función de contenedor.
Además, todas las bolsas y cajas de plástico que han de utilizar en el futuro deberían estar fabricadas con residuos de plástico y cartón recogidos en sus tiendas y almacenes. Con esta y otras iniciativas, muchas empresas del sector pretenden reducir el consumo de plástico en un 30% para 2025.
También se están migrando los guantes de plástico virgen a plástico compostable, para uso de los clientes de frutas y verduras, y reemplazando las bandejas de poliestireno por bandejas de fibra compostable, celulosa o caña de azúcar, según el entorno de venta, así como la sustitución del poliestireno. Asimismo, las cápsulas de café están empezando a ser fabricadas con un material compostable. Y esto son solo algunos ejemplos de lo que nos depara el futuro, uno en el que las bolsas de envasado al vacío cobran un especial protagonismo.