Opinión: Cervezas 1906 o llamar a las cosas por su nombre

¡Buenos días, señoras y señores! Soy Johnny Zuri, y hoy quiero compartir con vosotros algunas reflexiones en torno a algo que me ha llamado la atención. Y sí, como ya habréis adivinado, tiene que ver con esa amiga espumosa que nos acompaña en los buenos momentos, la cerveza. Pero no cualquier cerveza, estoy hablando de 1906.

¿Sabéis qué me intriga de 1906? Su audacia para devolver a las cosas su verdadero nombre. ¿No os parece una iniciativa magnífica? Es como decir: “Basta de apodos, hablemos claro y sin rodeos”. ¿No es eso lo que hacemos cuando estamos entre amigos, cuando estamos en nuestro bar de confianza? Pues bien, 1906 ha tomado nota de esto y ha decidido, con valentía, dar a sus cervezas el nombre con el que todos las conocemos. A partir de ahora, podremos pedir nuestra Milnueve, Pelirroja, Red Vintage y Black Coupage con estos nombres, tan auténticos y nuestros. A mí me parece un gesto increíble, la marca nos da el protagonismo y hace honor a la forma en que nosotros, los consumidores, llamamos a sus cervezas.

¿Y sabéis qué más? Esto es parte de un concepto mayor, lo que ellos llaman la Inmensa Minoría. En un mundo donde los conceptos viejos se renuevan con nuevos nombres constantemente, solo aquellos que deciden no seguir la corriente se atreven a llamar a las cosas por su verdadero nombre. ¿No os parece un poco poético? Me recuerda a esa frase célebre de Albert Einstein: “No pretendamos que las cosas cambien, si seguimos haciendo lo mismo”. Esta decisión de 1906, de cierta manera, es una invitación a romper con la rutina y ser nosotros mismos.

Todo este cambio, este renacimiento si lo queréis ver así, se ve reflejado en las etiquetas de las cervezas, y esto me parece un guiño fascinante a la relación entre la marca y nosotros, los consumidores. ¿No es eso lo que todos buscamos en nuestras relaciones, autenticidad, honestidad? Al adoptar las denominaciones que nosotros, los clientes, hemos dado a sus cervezas, 1906 no solo está dando un paso hacia delante, sino que está reforzando el lazo que nos une a ellos.

Luis Romero, el jefe de Marca de 1906, lo expresó mejor cuando dijo: “Hemos escuchado a esa Inmensa Minoría que siempre nos acompaña. Hemos decidido adoptar estas nuevas denominaciones que simplifican su relación con el producto, al tiempo que hacen hincapié en ese sentimiento de comunidad amplia pero selecta que va asociado a nuestra marca”. Creo que es una forma magistral de decir: “Estamos aquí para vosotros, estamos en esto juntos”.

Pero ¿qué opino yo de todo esto? ¿Qué pienso de esta valiente decisión de 1906? Lo veo como un paso adelante en la dirección correcta. Creo que escuchar a los consumidores, a nosotros, es la clave para forjar relaciones genuinas y fortalecer la participación en el viaje de la marca. ¡Y brindemos por eso! Después de todo, ¿no es esa la esencia de la cerveza, unirnos en comunidad, celebrar juntos y compartir buenos momentos? Por eso, la próxima vez que pidas una cerveza, recuerda: ¡Pídela por su nombre!