El Secreto del Goulash de Ternera – Receta y Consejos.
Buenos días, soy Johnny Zuri y HOY quiero dar mi opinión sobre un plato que es más que una simple receta en mi cocina: el Goulash de Ternera. Ah, el Goulash, ese guiso que traspasa fronteras y conquista paladares, donde el pimentón se mezcla con el arte culinario para crear un plato tan delicioso que te aseguro, no dejarás ni una gota en el plato.
El Goulash, o como lo llaman en algunos lugares, gulash o gulasch, es una de esas recetas que tiene tantas versiones como cocineros se atreven a prepararlo. Pero el que más resonancia tiene en mi memoria culinaria es, sin duda, el Goulash Húngaro. Una delicia que puede presentarse tanto en forma de sopa como de estofado, dependiendo de cómo se reduzca el caldo. Y ahí, amigos, es donde el pimentón y un toque de alcaravea (o comino, para los paladares menos aventureros) hacen su magia.
Personalmente, opto por el comino en lugar de la alcaravea. Si bien este último aporta un toque anisado característico, he notado que los más pequeños de la casa prefieren evitar esos sabores tan distintivos. Pero claro, si buscas autenticidad y te apetece viajar a Budapest con cada bocado, no dudes en usar alcaravea.
🍲😋 Descubre la Receta de Goulash Húngaro – De Puskás a la Cocina Brasileña 🇭🇺🇧🇷
Desde la época dorada del fútbol con Puskás, pocas cosas han traído a la Hungría a la palestra brasileña con tanta fuerza como su culinaria emblemática. Entre sus platos más notables, el goulash se destaca como una joya de la gastronomía húngara, trascendiendo fronteras y conquistando paladares.
La Esencia del Goulash: Más que una Simple Sopa
La primera imagen que evoca el término “goulash” en muchos es la de una sopa rica y reconfortante. Sin embargo, esta delicia culinaria es mucho más que eso. Originario de Hungría, el goulash (o “gulyás” en húngaro) es una sopa robusta compuesta por carne, páprica, patatas, zanahorias, y raíz de perejil, ingredientes que conjuntamente narran la historia de una nación a través de sus sabores.
En Occidente, el término goulash se ha generalizado para describir cualquier estofado o sopa que lleve páprica, pero en Hungría, el “pörkölt” es el verdadero estandarte de este plato. La distintiva riqueza del goulash no sería posible sin su ingrediente estrella: la páprica, un pimentón seco molido en polvo que varía enormemente en sabor dependiendo de su proceso de producción y tipo de pimentón utilizado.
Páprica: El Corazón del Goulash
Aunque la páprica húngara dulce es altamente recomendada para alcanzar la autenticidad del sabor, su disponibilidad en mercados brasileños puede ser limitada. Sin embargo, la versión dulce común puede servir como un sustituto aceptable, evitando variantes picantes o ahumadas que podrían distorsionar el perfil de sabor tradicional del plato.
Una Tradición Rustica y Familiar
El goulash y sus variantes representan la quintaesencia de la cocina rústica, tradicionalmente preparadas al aire libre por vaqueros sobre fogatas, en grandes calderos que invitan a la comunión y al compartir. Acompañado clásicamente por “galuska”, una pasta casera de huevo, este plato se sirve idealmente con una cucharada de crema agria, ofreciendo un contrapunto cremoso a la riqueza del estofado.
El Arte de Preparar Goulash
La preparación del goulash es una danza de sabores y aromas que comienza con el tratamiento cuidadoso del pimentón: eliminando tallos, semillas y membranas antes de añadirlo al sofrito junto con el ajo, para luego incorporar la carne sazonada. Tras un lento cocinado que amalgama los sabores, la carne se vuelve tierna, abrazada por una salsa rica y colorida, lista para ser servida con su tradicional acompañamiento de crema agria y masa en mantequilla o patatas cocidas.
Este plato, emblemático de la hospitalidad y la riqueza cultural húngara, encuentra un nuevo hogar en las mesas brasileñas, demostrando que la comida puede ser un puente entre culturas, historias y corazones.
El Goulash es un plato viajero
El Goulash es un plato viajero, extendido por toda Europa y más allá. Desde Alemania, donde lo preparan con cerveza, hasta Argentina, cada lugar le da su toque único. Esto, amigos míos, hace casi imposible hablar de una receta “original” de Goulash. Sin embargo, la versión que os traigo hoy, adaptada a nuestros gustos y paladares, promete dejar a todos en casa pidiendo más.
Vayamos al grano: los ingredientes. Necesitarás ternera (la falda es mi corte preferido por su terneza), cebolla, zanahorias, pimientos rojos y verdes, tomate triturado, ajo, y claro, no podemos olvidar el vino tinto, que aporta esa profundidad de sabor que tanto caracteriza al Goulash.
La preparación es un ritual en sí mismo. Comienza dorando la ternera en manteca de cerdo (o aceite de oliva, para los que prefieren evitar la manteca) y luego lleva a cabo el sofrito con las verduras, añadiendo luego el pimentón de La Vera para ese toque ahumado inconfundible. La cocción lenta es clave para este plato; permite que los sabores se fusionen y la carne se vuelva tiernamente irresistible.
No te olvides de la guarnición. Aunque el Goulash se puede disfrutar solo, es tradicional acompañarlo con algo que absorba su rica salsa. Desde los Spaetzle, una pasta alemana, hasta un simple puré de patatas, las opciones son infinitas. Yo, por mi parte, no puedo resistirme a servirlo con un buen montón de puré de patata al lado; es la combinación perfecta para una cena reconfortante.
Para cerrar, quiero citar una frase que siempre me viene a la mente cuando cocino este plato: “La cocina es alquimia de amor”. Y es que preparar Goulash para tus seres queridos es una forma de mostrar amor, de compartir un momento de felicidad y calidez. Así que ya sabes, anímate a preparar este Goulash a la Húngara en casa. Y recuerda, la cocina es más que recetas; es tradición, es innovación, y sobre todo, es compartir.
Y de momento, eso es todo. Un saludo desde la cocina, y no olvides: el secreto está en cocinar con amor y un buen vino a mano.
