Nuestro viaje nos lleva a donde hay viñedos, a más de una ruta del vino argentina, para una vez establecidas buscar los vuelos en oferta…
El vino se expande por Argentina en pos de diversidad. En lugares como la Quebrada de Humahuaca, Chapadmalal, el desierto de La Pampa, Chubut o bien el Alto Val de Río Negro, se generan hoy vinos de gama alta y hasta de más de cuatro mil pesos para dar la mejor respuesta a un consumidor que poco a poco es más complejo. Nuestro viaje nos lleva a donde hay viñedos, a más de una ruta del vino argentina, para una vez establecidas buscas los vuelos en oferta para poner rumbo a la Argentina y disfrutar de la mejor ruta del vino argentina, por el camino del vino.
El consumidor busca opciones diferentes a lo tradicional. Eso nos lleva a buscar nuevos terruños que tengan una identidad diferente. Buscamos todos y todas la mejor respuesta a la necesidad de explorar y de encontrar nuevas experiencias.
Trapiche, es una bodega que en la actualidad genera vinos en su zona experimental Costa & Pampa, situada a solo 6 kilómetros de la costa Atlántica, en Chapadmalal.
Nuevos y extremos mundos
Volamos a La Pampa. O bien, en cualquier caso, a sus vinos. Hace poco más de un año en uno de los restaurantes de la zona de más tendencia de Palermo, hablábamos de la curiosidad de un pequeño conjunto de cronistas sobre los vinos elaborados. Uno de ellos era una Bonarda: oscura, frutal, intensa, redonda. ¿De dónde es? Nadie acertó. Es de Casa de Piedra, en La Pampa.
Empezó ahí un juego por mantener cierta curiosidad por descubrir dónde se encuentran los viñedos en esa extensión de tierra tan árida. La Pampa es justamente una de las provincias que más ha crecido en materia de vitivinicultura.
En las resecas y sucias calles de Mainqué, en el Alto Val del Río Negro, provincia de Río Negro nos encontramos con un paisaje que alterna sauces, filas de chopos y fincas en las que encontrar parras centenarias. El resto son perales y manzanos. El dueño de una bodega de renombre internacional ha decidido adquirir una finca con viñedos añosos. El sol acaricia las añejas parras de Trousseau de la bodega Aniello.
La plantación de Trousseau es de mil novecientos treinta y dos y por su valor histórico, es una cepa de origen francés, de la zona del Jura, a día de hoy no quedan plantas como esta. Vieron un potencial grande como cepa no tradicional en Argentina. El Trousseau de Aniello es un tinto diferente, de esos que confirman el interés de los amantes del vino por lo diferente.
Revertir años de desamparo es el renacer de Córdoba como tierra productora de vino. La vitivinicultura se está propagando a nuevas zonas en la Argentina, y en ciertos lugares está volviendo, como es el caso de Traslasierra.
Fabril Alto Verde
Vinos finos orgánicos para exportación
En las cavas subterráneas y a lo largo del recorrido se observa el lagar donde se reciben las uvas, el ámbito del prensado para conseguir el vino, la sala de fermentación, la del estacionamiento en barricas de madera y también los métodos de embotellamiento y etiquetado.
Viñas de Segisa
Es una de las bodegas más tradicionales de San Juan, creada en mil novecientos seis y adquirida por sus dueños actuales hace una década. De la bodega original queda una parte esencial, sosteniendo su estética con paredes de adobe y techo de caña y barro. En el vestíbulo central de la entrada hay viejos pisadores de uva que se usaban para hacer vino patero y toneles gigantes de roble francés, de 4 metros de diámetro, fabricados en mil ochocientos sesenta.
La visita prosigue en las cavas subterráneas, a las que se llega por una escalera de caracol. Allá abajo las paredes están cubiertas hasta el techo con botellas de vino. En otra sala están las barricas de roble francés y americano. Más adelante se visita la parte industrial moderna con sus tanques de acero inoxidable.
Experiencias en Argentina
Con las costumbres y estilos de cada zona, en la senda del vino intervienen las provincias de Tucumán, Catamarca, La Rioja, Córdoba, San Juan, y Mendoza. Esta última es la provincia vitivinícola más esencial del país. La visita a las tradicionales o bien modernas bodegas nos permite el probar y cotejar la diversidad de carácter entre los vinos de cada zona.
Camino del vino espumante, una propuesta en Mendoza
Capital mundial del vino, la provincia suma más de doscientos espumantes a su tradicional ruta del vino argentino. Great Wine Capitals, una red natural de Bordeaux, incluyó a Mendoza entre las diez capitales del vino. Llegan las fiestas y Mendoza tiene las copas listas para brindar en la viña, al pie de los Andes. Mucho se ha dicho ya sobre la senda del vino, más poco y nada sobre otra senda, festiva y efervescente: la senda del espumante.
El argentino se ha vuelto un devoto de las burbujas y prácticamente todas las bodegas han incorporado un espumante entre sus etiquetas. Elaborada con el procedimiento tradicional champenoise o bien con el procedimiento charmat, Mendoza nos invita a brindar con esta bebida desde Agrelo, muy cerca de la capital, hasta San Rafael, al sur. Una buena opción es hospedarse en Cavas Wine Lodge, en Alto Agrelo, un hotel con terrazas con vistas al espléndido Cordón del Plata, rodeados de viña.
El vino no solo está presente en la botella de etiqueta propia en cada habitación, también en las degustaciones que todos y cada uno de los días dirige en la cava el sumiller Martín Krawczyk. Y en los tratamientos de spa que incluyen una exfoliación con pepitas de uva malbec y un baño con extracto de bonarda. La agencia in-house Wine Safari organiza tours por bodegas vecinas, así sea en bici o bien a caballo.
Asimismo en Alto Agrelo está Rosell Boher Lodge, el hotel de la bodega que realiza de los mejores espumantes argentinos. Rodeado de viñedos propios, cuenta con un guest-house de 3 habitaciones; 3 casas de viñas con su hogar, jacuzzi y fogón individual en cada terraza.
¿Qué ver?
Museo de la Parra y el Vino. Situado en el centro de Cafayate, es un museo tiene toda la historia, las fotografías, las explicaciones de la mayor actividad productiva de la zona. De martes a domingo y de nueve a 20 horas.
Quebrada de las Conchas.
Solicita una degustación de dulces regionales y queso de cabra. Todo es super sabroso en Brinca y en Tucumán, más en Cafayate disfrutamos de un sabor más concentrado y puro. Buenísima también la cerveza artesanal. Es elaborada por un belga que se instaló en un pueblo muy próximo, San Carlos.
En las barricas de roble se maduran los vinos con buen cuerpo. Las bodegas organizan tours para visitantes y también incluyen visita a los viñedos, a las plantas de preparación, explicación con un guía o bien personal de la bodega y una degustación de vino.
