¿El mejor lugar para cenar cerca del Nanjing Zendai Himalayas? Comida internacional en Nanjing que no esperabas encontrar
A veces, lo único que necesitamos para darle sentido al día es un buen plato, y en Nanjing, eso puede significar muchas cosas a la vez: desde un bocado rápido en Burger King hasta una cena sofisticada en Paulaner Brauhaus o una experiencia vibrante en Haidilao Hot Pot. Sí, la gastronomía internacional en Nanjing no solo existe, sino que te sorprende con su diversidad y su manera peculiar de fusionar lo global con lo local. Y créeme, ese contraste tiene su propio sabor inconfundible.
Me encontré en esa encrucijada hace un tiempo, cuando buscaba algo cómodo pero también auténtico, algo que pudiera satisfacer tanto un antojo occidental como la curiosidad por los matices locales. Porque claro, está bien querer la comodidad de lo conocido, pero también está esa vocecita que dice: “¿y si pruebas algo nuevo?”. El área del Zendai Himalayas se ha convertido en ese pequeño mundo dentro del mundo, donde puedes saltar de un whopper a una cerveza artesanal alemana sin despeinarte.
Burger King, por ejemplo, es ese viejo amigo que sabes que no te va a fallar… o al menos no demasiado. Lo curioso es que aunque su comodidad y rapidez son casi proverbiales, la consistencia en la calidad de la comida a veces parece más caprichosa que la lluvia en primavera. Hay días en los que la hamburguesa sabe justo como la recuerdas de casa, y otros en los que, bueno, digamos que el pan parece haber tenido un mal día. Pero también hay que admitir que cuando viajas, tener esa opción de emergencia es casi un salvavidas, especialmente si tienes niños o simplemente necesitas algo rápido antes de continuar tu ruta. Además, poder llevar la comida o pedir a domicilio suma puntos cuando lo único que quieres es recostarte y olvidarte del mundo.
«Nada calma tanto como lo familiar, aunque lo familiar a veces se duerma en los laureles.»
Pero si hablamos de ambiente y carácter, ahí es donde Paulaner Brauhaus entra en escena con toda la teatralidad de un clásico europeo. Este lugar tiene algo especial: esa mezcla casi cinematográfica entre lo chino y lo alemán, donde puedes encontrarte rodeado de mesas largas, jarras espumosas y un murmullo que crece en intensidad a medida que avanza la noche. Aquí no solo se viene a comer, se viene a compartir, a brindar, a vivir esa escena que parece sacada de un Oktoberfest en miniatura. La autenticidad de la atmósfera y la calidad de la cerveza hacen que la espera (porque sí, en horas punta está hasta los topes) valga la pena. Es uno de esos sitios donde la conversación fluye mejor con un buen sorbo de cerveza artesanal, y aunque no es precisamente barato, cada euro invertido tiene su recompensa en forma de recuerdos imborrables.
«Un brindis bien hecho vale más que mil disculpas mal dadas.»
Y después está Haidilao Hot Pot, el que probablemente sea el rey de la experiencia culinaria china moderna. Este restaurante no solo sirve comida; ofrece un show de servicio que puede dejarte boquiabierto. Imagina esto: mientras cocinas tu propia olla caliente, te limpian las gafas, te ofrecen snacks y, si tienes suerte, te regalan un espectáculo improvisado de noodles voladores. La consistencia de la comida es otro de sus puntos fuertes, algo que no es menor cuando hablamos de ollas burbujeantes llenas de caldos complejos y cortes frescos. Aquí, cada cena se convierte en una especie de ritual compartido, donde las manos se cruzan, las risas estallan y el vapor envuelve la mesa como si estuvieras dentro de una novela de misterio culinario.
Por supuesto, la oferta no termina ahí. Finnegans Wake Irish Bar ofrece una escapatoria perfecta si lo que buscas es un rincón más relajado y occidental. Con su ambiente típicamente irlandés y ese menú internacional de pub que nunca falla, es el tipo de lugar donde uno puede dejarse caer después de un día largo y simplemente disfrutar de una cerveza y una conversación animada. Perfecto para expatriados o para aquellos momentos en que necesitas un pedacito de Irlanda en pleno Nanjing.
Luego está Blue Frog, ese bastión de la cocina americana que combina hamburguesas gourmet con cócteles tan estéticamente perfectos que casi da pena beberlos… aunque claro que terminas haciéndolo. Si lo tuyo son los brunchs interminables o las cenas informales cargadas de sabor y estilo cosmopolita, este es tu lugar.
Y para los más exigentes, Seleccion Espanola y La Mia Casa te trasladan directamente a las soleadas costas del Mediterráneo y las trattorias italianas respectivamente, con platos auténticos, buenos vinos y un ambiente que te hace olvidar por un rato dónde estás realmente. Porque eso también es viajar: descubrir que, a veces, la mejor manera de entender un lugar es comparándolo con otros.
Para los que buscan algo más picante y exótico, el Taj Mahal Restaurant ofrece un viaje directo a la India a través de sabores especiados y texturas complejas. Es esa clase de lugar donde cada bocado es una historia y cada especia tiene algo que decir.
Origen: La Magia Arquitectónica Del NANJING ZENDAI HIMALAYAS Sorprende Al Mundo – VIAJEROS ONLINE
«El verdadero viaje comienza cuando te atreves a probar lo inesperado.»
Cita inspiradora
«Donde hay buena comida, hay buena vida.» (Refrán popular)
La esencia cosmopolita de Nanjing en cada plato
No se puede negar que esta parte de la ciudad ha sabido hacerse un hueco especial en el mapa gastronómico internacional. Desde la opción más rápida y sencilla hasta las cenas más elaboradas, cada restaurante aporta su propio pedazo de mundo al corazón de Nanjing. Y si además buscas opciones saludables, hay suficientes alternativas que combinan platos ligeros, frescos y bien presentados para que tu conciencia quede tan tranquila como tu estómago, como destacan las opciones de comida saludable que también se encuentran en la zona.
«En Nanjing, lo internacional se sirve en bandeja, pero el apetito es siempre local.»
Y entonces la pregunta es inevitable: ¿cuál es realmente la mejor elección? ¿Te quedas con la seguridad de lo conocido o apuestas por la magia de lo nuevo? Al final, en esa encrucijada de olores, sabores y experiencias, tal vez la respuesta esté en combinar un poco de todo. Porque si algo he aprendido es que los mejores viajes son los que se disfrutan bocado a bocado… y siempre dejan hambre de más.
