Written By The Seasons conquista Dallas con la cocina de temporada más explosiva. El futuro gastronómico brilla en The Quad con Written By The Seasons
Estamos en 2025 en Dallas, y en medio del calor texano, el restaurante Written By The Seasons se levanta como una bandera de frescura en Uptown 🌱. El nombre ya suena a manifiesto: no se trata de un capricho gastronómico, sino de una declaración de intenciones. La cocina de temporada aquí no es una tendencia pasajera, es un compromiso con el tiempo, la tierra y la mesa. Y lo fascinante es que, mientras muchos restaurantes todavía presumen de importar ingredientes exóticos desde la otra punta del planeta, este lugar ha descubierto que el verdadero lujo está en la proximidad.
La escena en The Quad es futurista: edificios de cristal, terrazas vibrantes, oficinas que parecen salidas de Silicon Valley y restaurantes que actúan como imanes de curiosos y gourmets. Entre ellos, Written By The Seasons destaca como el gran secreto a voces. ¡Y vaya si intriga! Porque más que un simple restaurante, es un escenario donde cada plato cuenta la historia de lo efímero y lo auténtico.
Origen: Michelin favorite Dallas restaurant opens new location in Uptown
la magia de cocinar según la estación
Hace tiempo que los chefs Melody Bishop y Dennis Kelly dejaron California para aterrizar en Texas, donde dieron forma a un concepto que suena sencillo y, sin embargo, exige precisión quirúrgica: cocinar solo con lo que está en su mejor momento. Es un reto que obliga a cambiar menús cada pocas semanas, a decir adiós a los duraznos en cuanto pierden dulzura, o a esperar con paciencia el regreso de las alcachofas. Esa intransigencia con la frescura no es postureo: es el corazón de Written By The Seasons.
Rosmery Menendez, directora de operaciones, lo dice sin rodeos: “Si Mel dice que los duraznos ya no están buenos, dejamos de usar duraznos”. Y ahí está la clave. ¡Qué ironía! En la era de la abundancia sin límites, la grandeza consiste en aceptar la escasez.
“La estacionalidad es el origen de la gastronomía”, repiten como un mantra los fundadores. Y en esa frase hay una verdad incómoda: lo moderno, lo cool, lo que hoy nos parece futurista, en realidad es volver a cocinar como lo hacían nuestras abuelas.
cuando la ciencia se sienta a la mesa
Lo provocador del fenómeno es cómo la tradición se da la mano con la tecnología. Sensores que leen la humedad del suelo, drones que vigilan las hojas de una lechuga como si fueran diamantes, inteligencia artificial que predice el punto exacto en que un tomate explota de sabor. ¿Ciencia ficción? No. Realidad en Dallas.
Los mercados locales ya experimentan con granjas verticales capaces de enviar zanahorias recién cosechadas a los chefs de The Quad en cuestión de horas. Aquí el futuro no son los menús digitales ni los robots camareros: el futuro es que el comensal muerda un tomate y ese tomate haya sido recolectado esa misma mañana. ¡Una locura deliciosa!
michelin entra en escena
En noviembre de 2024, la Guía Michelin en Texas incluyó a Written By The Seasons entre sus recomendaciones. Fue un golpe sobre la mesa. Hasta entonces, el farm-to-table era percibido como algo romántico, casi alternativo. Con ese reconocimiento, se convirtió en sinónimo de excelencia.
Los platos lo explican mejor que cualquier discurso: un kimchi pancake preparado con vegetales de granja local, un risotto con vieiras que combina mar y tierra con una simplicidad insultante, un bacalao servido sobre un puré de batata que parece un abrazo otoñal en forma de receta. Son creaciones que no necesitan fuegos artificiales: la sorpresa está en la pureza del producto.
the quad y el ecosistema gastronómico
No es casualidad que la segunda ubicación de este restaurante esté en The Quad, ese mastodonte de 345,425 pies cuadrados que funciona como un pequeño planeta gastronómico. Allí conviven cafeterías australianas, templos de cocina europea moderna y propuestas dock-to-table. Es como un laboratorio vivo de tendencias, un barrio entero diseñado para que la gente coma, beba y hable de lo que come y bebe.
Aquí se dibuja un modelo de futuro: distritos enteros dedicados a la cocina local y de temporada, donde la competencia se disfraza de colaboración y donde los comensales no necesitan viajar kilómetros para vivir experiencias globales. Dallas es solo el principio.
un negocio con alma y números en verde
Los datos son contundentes: casi la mitad de los consumidores está dispuesto a pagar más por platos que respeten los ciclos de la tierra. Y si encima se logra ahorrar en transporte, reducir intermediarios y ofrecer mejor calidad, la ecuación es redonda. Los estudios señalan que restaurantes como Written By The Seasons pueden reducir su huella de carbono hasta en un 30%. Pero más allá de los números, lo que impresiona es la sensación de estar ante un modelo que no solo da beneficios, sino que también genera orgullo.
“Menos kilómetros, más sabor”, esa podría ser la consigna no escrita.
el comensal como aprendiz
Una cena en este lugar no es solo alimentación, es una clase magistral disfrazada de experiencia sensorial. Los meseros narran de dónde viene cada vegetal, qué granjero cultivó esa zanahoria o por qué una remolacha aparece en el menú solo durante dos semanas al año. Comer se convierte en escuchar un relato. Y ese relato fideliza mucho más que cualquier campaña de marketing.
El lujo ya no está en el caviar, sino en la transparencia. Y los comensales lo saben: dos de cada tres ya prefieren menús estacionales sobre cartas fijas.
lo que viene después
Los próximos capítulos de esta historia parecen sacados de un libro de ciencia y poesía a la vez. Se avecinan menús conectados a plataformas blockchain que permitirán rastrear cada ingrediente hasta el día exacto en que fue cosechado. Restaurantes que incorporarán sus propias huertas dentro de sus salones. ¿Se imaginan cenar junto a una pared de vidrio mientras observan crecer los tomates que probarán la semana siguiente? Esa es la promesa del hiperlocalismo llevado al extremo.
Y sin embargo, lo más revolucionario —o mejor dicho, lo más humano— será la paradoja: cuanto más tecnología rodee la mesa, más volveremos a valorar lo esencial, lo que ya estaba ahí desde siempre.
los chefs como narradores del tiempo
Melody Bishop y Dennis Kelly no son simples cocineros: son cronistas que escriben con vegetales y especias en lugar de pluma. Llegaron a Dallas cuando el concepto farm-to-table era todavía una curiosidad, y hoy lo lideran como una corriente consolidada. Su legado no está solo en los platos, sino en haber enseñado que cada estación merece su propio menú, que cada bocado debe tener sentido en el tiempo y el espacio donde se sirve.
un futuro que sabe a pasado
Al terminar la visita, queda una certeza difícil de ignorar: el futuro de la gastronomía está en regresar al pasado. No se trata de descubrir un secreto nuevo, sino de recordar el que siempre estuvo ahí. Comer lo que la tierra da, cuando lo da.
En un mundo que corre detrás de la novedad, Written By The Seasons propone detenerse, escuchar a la naturaleza y aceptar que no todos los ingredientes deben estar disponibles siempre. Es una lección que sabe a infancia, a campo, a fuego lento. Y, al mismo tiempo, es un mensaje que suena futurista, como si estuviéramos a punto de redibujar por completo el mapa de la alta cocina.
¿Será esta la fórmula que marcará la próxima década? ¿O caeremos de nuevo en la tentación de uniformar sabores y forzar estaciones? Lo único seguro es que, en Dallas, la historia ya está escrita. Y lleva firma de temporada.