Un Plan de Fin de Semana Inolvidable en Krinklewood: La Puerta al Paraíso Vinícola y Canino
Visitar Krinklewood no es solo un paseo por la campiña; es una experiencia sensorial completa que comienza desde el momento en que se pone en marcha el coche. A tan solo dos horas de la bulliciosa Sídney, este rincón del Hunter Valley ofrece mucho más que buenos vinos; es un destino para el alma y, por supuesto, para los amantes de los perros.
Viernes, Sábado y Domingo: Días de Vino y Rosas
Los fines de semana en Krinklewood son un auténtico lujo. Desde las 10 de la mañana hasta las 5 de la tarde, la Cellar Door está abierta, invitando a los visitantes a descubrir los secretos mejor guardados de esta bodega biodinámica. Sin embargo, los días de semana, la Cellar Door cierra sus puertas, reservando su magia para aquellos que planean sus visitas durante los días festivos. Pero no desesperes si quieres un toque más personal; siempre puedes solicitar una cita privada enviando un correo electrónico.
El Camino Importa: La Ruta del Vino a Través de Wollombi
El viaje a Krinklewood es parte de la experiencia. Los expertos viajeros recomiendan tomar la ruta a través de Peats Ridge Road, que te llevará por la histórica y pintoresca ciudad de Wollombi antes de llegar a Broke. Este trayecto no solo es más escénico, sino que también te brinda la oportunidad de detenerte en tiendas, galerías y cafés locales, e incluso disfrutar de un refresco en el famoso Wollombi Pub y General Store.
Polare, la Estrella de Krinklewood: Una Historia Canina que Roba el Show
Ahora bien, cualquier visita a Krinklewood no estaría completa sin conocer a la verdadera estrella del lugar: Polare, la “Cellar Doggo”. Este Maremma italiano no es solo un guardián de la bodega, sino también un ladrón de corazones… y de quesos. Polare tiene una merecida reputación por sus habilidades teatrales a la hora de pedir bocados de queso a los visitantes. Sin embargo, no te dejes engañar por sus encantos; por mucho que implore, Polare está a dieta, y te suplicamos que mantengas a tu perro con correa para disfrutar de una visita tranquila y sin sobresaltos.
Explora Broke Fordwich: Más Allá del Vino
Además de Krinklewood, Broke Fordwich ofrece un sinfín de experiencias en su Wine Trail. Este rincón del Hunter Valley es ideal para aquellos que buscan una escapada vinícola auténtica y menos transitada. Aquí, cada bodega tiene una historia que contar, cada vino es un reflejo del terruño, y cada visita es una oportunidad para descubrir algo nuevo.
¿Y Ahora Qué?
Así que, ¿por qué no planear un fin de semana en Krinklewood? Ya sea para disfrutar de sus vinos biodinámicos, dejar que Polare te robe una sonrisa, o explorar la riqueza histórica y cultural de Broke Fordwich, hay algo para todos en este pequeño rincón del paraíso. ¿Y quién sabe? Quizás este viaje sea solo el comienzo de tu amor por los paisajes vinícolas y las historias que tienen que contar.
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