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Elegir un buen vino para una cena |
Te reúnes con la familia, o bien has invitado a los amigos a una cena. Es del todo lógico que te plantees como elegir un buen vino, pues tu amigo Pedro, que es buena persona, es un poco «pesadito» con esto de los vinos y siempre «se las está dando» de que sabe de que va: «que si en nariz, que si en boca, que si ligeramente afrutado». Demuéstrale que tú también entiendes… Has de tener en cuenta lo siguiente, sobre todo:
Para una cena, sobre todo si es en navidad, u otra celebración especial, los blancos, espumosos y dulces son la mejor opción, pero cuidado, depende siempre de los alimentos que vas a acompañar. Comencemos por los entrantes: Para el jamón, queso, aceitunas, y entrantes en general de fiambre y similares lo mejor son los vinos rosados, tintos espumosos y los amontillados tipo Jerez y el Manzanilla.
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Para las carnes, vinos consistentes |
Continuamos. Para las pastas los que más «pegan» son los rosados, blancos jóvenes, aromáticos y los frutales, con crianza, por ejemplo un Macabeo, o un Sauvignon Blanc, también un Verdejo, incluso los tintos jóvenes. Para las carnes rojas, está claro que un vino tinto bien robusto, potente, crianza o reserva de Rioja, de Ribera del Duero, un Priorato, un Somontano o un Penedès.
Para la carne al horno o bien condimentada, también un vino tinto crianza en barrica prolongada, cualquier Tempranillo, Garnacha o Cabernet. Para las aves puede ser un tinto no demasiado robusto, con aroma frutal, o sea, un Tempranillo, un Semicrianza, un reserva de Cabernet Sauvignon o un Merlot. Mi consejo: un Chardonnay. Hay sitios que te ayudan a escoger un buen vino y comprarlos online si no tienes cerca una buena tienda de vinos.
Vamos con los pescados. Siempre se dice que un vino blanco, pero no tiene por que ser así, sobre todo si tenemos en cuenta que a mucha gente no les gusta. Si los pescados son de sabor fuerte, un blanco fermentado en barrica como puede ser un Sauvignon Blanc o un Chardonnay, pero, repito, puede ser también un Oporto de calidad o incluso un buen Rivera del Duero.
Para los mariscos lo mejor es un blanco joven como el Albariño, el Verdejo o el Godello. Y para los postres, bien sean pasteles, dulces y demás, los vinos blancos ligeros, los moscateles, los oporto dulces, los finos malagueños y similares son los que mejor «cuadran».
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