Formentor, Royal Hideaway Hotel pone en marcha la producción de su primer vino
Formentor, Royal Hideaway Hotel apuesta por la vitivinicultura mallorquina poniendo en marcha la producción de su primer vino, de preparación artesanal
Na Blanca de Formentor es el primer vino (blanco) que ha visto la luz de la mano de Formentor, a Royal Hideaway Hotel. Un vino sustentable de preparación artesanal con materia prima local que da sitio a un producto muy fresco. La bodega, que usa en su mayor parte uvas autóctonas del ambiente incomparable de la Sierra de Tramuntana, ha enmarcado sus vinos con los sellos de calidad Vi de la Terra de Mallorca.
Un proceso de preparación artesanal
El proceso de producción de Na Blanca de Formentor es artesanal y poco intervencionista, con métodos de siempre y en toda circunstancia, pero apoyándose en la tecnología moderna. La vendimia se efectúa a mano en cajas de diez kg y cada parcela fermenta en un depósito diferente, efectuando las mezclas una vez el vino está fermentado. Las crianzas se efectúan siempre y en toda circunstancia buscando el respeto a de la fruta sin llegar a disfrazar con sabores artificiales a madera. Además de esto, se ha contemplado una producción pequeña, en contraposición a la bodega industrial, lo que deja mejor control del viñedo y del proceso de fabricación.
El mantenimiento del paisaje, un valor añadido
Haciendo gala de su filosofía de fusión con la naturaleza y de respeto por el medioambiente, Formentor está practicando una viticultura sustentable con productos menos beligerantes que preservan el equilibrio con el ambiente. De esta forma contribuye a hacer posible el mantenimiento del paisaje, un valor añadido que deriva en la calidad del producto.
Vinyes de Formentor se halla en un paisaje cultural donde el viñedo es un factor más del ambiente. En este contexto se ubica la finca Na Blanca, donde se practica una viticultura orgánica que va a dar sitio al primer vino de Formentor: Na Blanca de Formentor.
Este espacio, que engloba desde la atalaya de Albercutx hasta el Cabo Cataluña, es una porción de terreno de mil doscientos hectáreas de belleza inestimable que siempre y en toda circunstancia preservó virgen su naturaleza. Por esta razón se transformó en inspiración de artistas y versistas como Miquel Costa i Llobera, quien escribió el texto insignia de la poesía mallorquina, El pi de Formentor.
Los suelos blanquecinos con estructura ligera de Na Blanca dan sitio a vinos sutiles, muy elegantes y frescos. La climatología mediterránea, por su localización única y también incomparable, la proximidad al mar y las brisas y vientos que entran desde el este por Cala Figuera, y que son potenciados por la orografía, hacen que el invierno sea más suave (adelantándose la brotación) y que las elevadas temperaturas veraniegas se vean asimismo mitigadas (atrasándose la maduración). Con esto, se logra un ciclo vegetativo más largo dejando una maduración más prolongada y equilibrada.
